A veces el invierno amenaza con hacernos desaparecer
A veces el invierno amenaza con hacernos desaparecer.
Una placa conmemorativa
en el más viejo cementerio
(justo detrás de ese otro patio
donde Marx reposa bajo la escultura de su propia cabeza
su propia mirada)
Una placa conmemorativa
en el más viejo cementerio
es amenazada
también
y ríos/mares/océanos
de lluvia
lavan nuestras orillas
o quizás es solo una canción amarilla
hecha en el frío intenso,
lo que nos recuerda
que el invierno todo lo puede
mientras se trate
de elevar nuestras propias borraduras
a la abstracta condición
de un naufragio
inundado por sus distancias.
Y una placa conmemorativa
amenaza
con desaparecer
en nuestro nombre
mientras nosotros
Una placa conmemorativa
en el más viejo cementerio
(justo detrás de ese otro patio
donde Marx reposa bajo la escultura de su propia cabeza
su propia mirada)
Una placa conmemorativa
en el más viejo cementerio
es amenazada
también
y ríos/mares/océanos
de lluvia
lavan nuestras orillas
o quizás es solo una canción amarilla
hecha en el frío intenso,
lo que nos recuerda
que el invierno todo lo puede
mientras se trate
de elevar nuestras propias borraduras
a la abstracta condición
de un naufragio
inundado por sus distancias.
Y una placa conmemorativa
amenaza
con desaparecer
en nuestro nombre
mientras nosotros
estólidos,
felices,
nos quedamos para siempre
sobre la delgada alfombra
en un verano simple
e impenetrable.
Así,
antes de la amenaza de este invierno.
felices,
nos quedamos para siempre
sobre la delgada alfombra
en un verano simple
e impenetrable.
Así,
antes de la amenaza de este invierno.