sábado

*de una fuga

Habitando la legión de los huachos, los gritos en el fondo del entre, el nacimiento y la florida muerte de un padre, la embriaguez del otra-vez-si-podemos! , el parto de otro del otro de aquel de lo que nunca circuló más que como rotura, jirón o derivación histérica del ojo.

Habitando y habitando cantó a lo negro, a la falta, a su propia desaparición.

Mientras la casa seguía ardiendo, mientras el barco seguía ardiendo, mientras los dedos, las pupilas y las axilas continuaban liberando las ardorosas cicatrices acumuladas en una sola imagen de lo que nunca circuló, horizonte borroso dejado atrás en la duración leve de las estaciones.

Y cual gusano del otro, topo feliz que en su movimiento de ahora mismo abre la tierra para deleitarse con tanta oscuridad, se produce un nuevo encuentro

conlamanchadelechelababaamnióticaeljugoimposible

residentes de ésta

la una sola imagen

que antes fue millones

y una potencia.